Las grandes sumas de dinero que se manejan a diario requieren un sistema robusto para su gestión, especialmente cuando se trata de transportar esos fondos desde las ubicaciones hasta el banco.
En toda empresa, especialmente aquellas que operan con efectivo, existen pérdidas silenciosas. No hablamos de robos evidentes ni errores contables escandalosos, sino de pequeñas fugas cotidianas que, acumuladas, afectan gravemente la rentabilidad.
En el mundo empresarial, la reputación es uno de los activos más valiosos. Se construye con cada decisión, con cada interacción, y también con cada proceso que muchas veces se da por hecho. Uno de los más subestimados, pero críticos, es el manejo del efectivo.
Hoy queremos hablarte del verdadero riesgo de manejar internamente el efectivo, desde una perspectiva realista y estratégica. Porque si bien el dinero en efectivo sigue siendo una pieza clave en muchos modelos de negocio, la forma en que lo gestionas puede impulsarte… o frenarte.