De forma hipotética, imaginemos la siguiente situación: te encuentras en un momento de vida o muerte, en el que debes tomar una decisión crucial. Sufres de problemas cardíacos y necesitas someterte a una cirugía; estás en el mejor hospital y, por coincidencia, se encuentra el mejor cardiólogo del mismo, quien, gracias a su conocimiento, experiencia y habilidades en cirugías complejas, te cobra 250 mil pesos y te garantiza un éxito del 97%. La otra opción es no operarte y arriesgarte a sufrir consecuencias dramáticas y catastróficas. Por lógica, en un asunto de vitalidad, deberías optar por la alternativa más segura, aquella que ofrezca mayores probabilidades de éxito.
En un contexto distinto, donde no pones en riesgo tu vida, la elección de la mejor opción para el traslado de tus valores debería seguir un razonamiento similar. Debes analizar y considerar múltiples factores, tales como la seguridad y protección ofrecida. Un seguro de valores funciona de manera análoga al seguro de un automóvil: si este último resulta demasiado económico, es posible que no cubra al 100% en caso de siniestro. De igual forma, una empresa especializada en traslado de valores debe ser evaluada minuciosamente.
Es curioso observar cómo algunas empresas toman decisiones arriesgadas sin evaluar adecuadamente las posibles consecuencias. Por ejemplo, optar por administrar el riesgo internamente, contratando a su propio personal de seguridad para realizar funciones que corresponden a una empresa especializada, puede parecer una solución de bajo costo. Sin embargo, en caso de siniestro, al contar únicamente con un equipo interno, la empresa estaría administrando el riesgo en lugar de transferirlo. Esto implica que su patrimonio permanecerá desprotegido y en riesgo total, lo que podría desencadenar una serie de problemas colaterales.
Entre los problemas que pueden derivarse se encuentran: gastos hospitalarios, gastos legales, incremento en la prima del seguro social, desfaces financieros en la caja en caso de perpetuarse el siniestro y costos financieros adicionales si se requiere un crédito para cubrir el daño. Además, al no contar con un seguro que respalde el capital perdido, se debe considerar el costo de oportunidad de dejar de aprovechar otros negocios. Desde una perspectiva monetaria, la pérdida podría superar el 200% del capital siniestrado, ya que la parte perdida es difícil de recuperar y, en ocasiones, se recurre a créditos que suman intereses adicionales.
Por otro lado, optar por pagar únicamente la nómina y los costos sociales de los elementos podría parecer, a simple vista, más económico que contratar servicios externos para administrar el riesgo. Sin embargo, si se evalúa desde la perspectiva de continuidad del negocio, esta opción resulta perjudicial. Por ejemplo, el costo promedio de contratar una empresa de Traslado de Valores (ETV) oscila entre el 0.7% y el 0.95% del monto trasladado, lo que contrasta favorablemente con el impacto de un siniestro, que podría superar ampliamente el monto de la inversión.
En definitiva, al pagar un seguro equivalente al 0.7% del monto trasladado, se contrarresta la posibilidad de enfrentar daños superiores al 200%. Bajo este razonamiento de costo-beneficio, no cabe la menor duda de que conviene contratar los servicios de una empresa especializada, la cual ofrezca la mejor cobertura en caso de siniestro en el manejo del efectivo.
Si regresamos al caso de la persona que debe decidir operarse el corazón con el mejor médico, y lo comparamos de forma irónica con empresarios que optan por administrar el riesgo internamente, sería similar a someterse a una cirugía cardíaca con un conocido que la realiza a un costo menor.
Una decisión de tal magnitud no debe tomarse a la ligera ni sin un análisis meticuloso de los posibles impactos en la organización. Por ejemplo, Hiena Traslado de Valores, una empresa chiapaneca, ofrece una cobertura del 100% con un deducible que varía entre el 3% y el 10%. Si deseas obtener más información acerca de sus términos y condiciones, contacta a uno de sus ejecutivos, quien te explicará cómo estar 100% cubierto en el manejo del efectivo en tu empresa.